¿Qué es la autorregulación?

La autorregulación es una habilidad diferente.

Nos da la oportunidad de manejar nuestras emociones, comportamientos e incluso movimientos y reacciones corporales frente a una situación que, para nosotros, es difícil de manejar. Permite a los niños hacerlo mientras permanecen enfocados y atentos.

Esto implica resistir las reacciones altamente emocionales, calmarse y tener la capacidad de ajustar las expectativas.

La autorregulación emocional implica el desarrollo de habilidades como el autocontrol, la atención, la conciencia emocional y la capacidad de manejar el estrés. Cuando los niños son capaces de regular sus emociones, pueden adaptarse mejor a los desafíos y demandas de su entorno, establecer relaciones saludables y tener un mayor bienestar emocional.

¿Por qué es importante?

Es un aspecto crucial en el desarrollo de nuestros niños, les brinda herramientas fundamentales para lidiar con sus emociones de manera saludable y constructiva.

La autorregulación emocional es una competencia crucial que se desarrolla a lo largo de la vida, y cuyos cimientos se establecen durante la infancia. Este proceso permite a los individuos gestionar y controlar sus emociones, de manera que puedan afrontar de forma adecuada los diferentes desafíos y situaciones que se les presentan.

Es importante destacar que la autorregulación emocional no implica reprimir o negar las emociones, sino más bien aprender a reconocerlas, expresarlas de manera adecuada y encontrar estrategias saludables para lidiar con ellas. Es decir, no se trata de que los niños aprendan a reprimir su enfado, sino que sepan mostrarlo de una manera adecuada.

¿Cómo ayuda a mi bebé?

La regulación emocional es una característica y habilidad que puede resultar un poco difícil o complicada de desarrollar, pero la realidad es que para los niños el aprendizaje y manejo de esta habilidad es mucho más sencillo si se guía y se pone en práctica desde los primeros años de vida, a comparación de un adulto que debido a su estructura y funcionamiento cerebral, puede resultar un poco más complicado desarrollarla.

El cerebro se empieza a educar y desarrollar desde un estado de tranquilidad, esto evita problemas de sobre-estrés y ansiedad que se pueden provocar por el funcionamiento cerebral.

Aprender a regularse emocionalmente ayudará a que el sistema de afrontación de tu cerebro trabaje desde la calma y la solución de problemas.

El identificar y comprender las necesidades de nuestras emociones nos permite tener y desarrollar recursos que serán necesarios para afrontar una situación de conflicto y brindar soluciones adecuadas y adaptativas.

Todos somos seres sociales por naturaleza, esto indica que vamos a rodearnos y a convivir con personas siempre, por lo que tener un buen manejo al relacionarse con otros individuos será clave para una vida de bienestar. La regulación emocional va a permitir que la persona sea capaz de sentir y sobre todo expresar sus emociones desde la inteligencia emocional.

La mayoría de los malos comportamientos, principalmente infantiles, son provocados por la falta de inteligencia y regulación emocional, ya que muchas personas no saben o no han descubierto formas positivas para expresar emociones negativas por falta de educación emocional.